¿Para qué quieres ser diferente?

Lo normal es ser diferente, lo original es ser auténtico.

El sentirse diferente ha sido la causa de la mayoría de conflictos que la especie humana ha tenido a lo largo de su vida.

Nos han vendido la idea de que para triunfar y tener éxito, debemos ser diferentes y esto no es así.

Alguien que se empeña en querer ser diferente, pierde toda la naturalidad. Ser diferente no se quiere, en algunos casos se es y en otros casos no, pero eso es lo normal.

La magia para brillar está en la autenticidad. La persona que es auténtica nunca dirá que lo es. Si lo dijera, dejaría inmediatamente de serlo. Para eso, ya están los que la conocen. Ellos ya se encargarán de recordárselo a todo el mundo.

En los negocios, no hay nada mejor para una marca como el ser auténtica. Esto le proporcionará generar una identidad propia con la que poder conectar con todas las personas que se sientan reflejadas con sus «valores, principios, gustos, etc.». Si uno se empeña en ser tan diferente, ¿a quién se va a dirigir?

Las cosas que te hacen creer que eres diferente, son las mismas que pueden creer los demás.

Aprender a ser auténticos es muy fácil, somos espejos.

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